CAINEM - Cámara Internacional de Emprendedores
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Invertir en inmuebles o depósito a plazo?

Estamos en un contexto en el cual una persona promedio tiene excedentes de capital gracias a los ahorros de varios años y es ahí cuando comienzan a evaluar las diferentes alternativas de inversión que les ofrece el mercado para así ver crecer su dinero.

Tenemos que tomar una decisión sobre qué hacer con los recursos que no destinamos al consumo o al pago de deudas, debemos hacerlo de forma cautelosa, ya que puede ayudarnos a alcanzar algunas metas financieras para nuestro crecimiento patrimonial.

Supongamos que tenemos dos alternativas: depositar dinero en el banco o comprar una propiedad. Cada opción tiene características propias y sencillas de entender, por lo que analizaremos cada uno por separado.

Depósito a plazo: Consiste en destinar nuestros excedentes a una cuenta bancaria con una tasa de interés fija en un tiempo determinado. Durante el periodo que dure el depósito a plazo no podemos tener disposición del dinero, puesto que si no nos urge tener dicho dinero a la mano implicaría contar con depósitos a mayores plazos, generando así mayores retornos de interés.

Asimismo representan opciones de bajo riesgo, en el cual podemos ganar entre el 2% y 8.5% de rentabilidad, pudiendo elegir los plazos según su conveniencia. Además de ello, una ventaja adicional de este tipo de instrumento financiero radica en la posibilidad de usarlo como garantía para préstamos diversos.

Invertir en inmuebles: Consiste en adquirir un inmueble con la esperanza de generar flujos mensuales de los alquileres que nos rinda y, además, obtener una ganancia de capital debido a la revalorización del mercado, generando una plusvalía a nuestro dinero.

Por ello, para poder comprar un inmueble necesitamos acceder a un crédito hipotecario, siempre y cuando no contemos con el dinero completo para la adquisición del mismo.

A diferencia de los depósitos a plazo, la tasa de interés es variable, ya que dependen de condiciones propias del mercado, y somos nosotros los que elegimos el tiempo en que este tipo de activos se mantendrá en nuestro poder y por ello implica niveles de riesgos más altos.

Para entenderlo mejor grafiquémoslo con el siguiente ejemplo:

Supongamos que tenemos $ 100,000 (cien mil dólares americanos) y decidimos ponerlo en un depósito a plazo fijo anual a una tasa de interés del 3%. Al final del periodo, nuestro dinero se habrá incrementado en $ 3,000; es decir $ 250 mensuales.

En cambio, comprando una propiedad y poniéndolo en alquiler podríamos obtener una renta mensual que oscila entre el 0,6% y 1% del precio de venta del inmueble según corresponda las reglas del mercado. Para nuestro caso asumamos 1%, lo que nos daría una renta mensual de $ 1000, siendo en el año un total de $ 12,000 generando un interés anual del 12%.

No olvidemos que existe la posibilidad de obtener una ganancia de capital debido a la alza de precios, en la que se podría vender la propiedad a mayor precio del cual se adquirió

Claro está que la inversión en inmuebles representa una opción mucho más rentable; sin embargo, hay que tener en cuenta que trae consigo riesgos que escapan de nuestras manos, pudiendo ocasionar ganancias o pérdidas. No olvidemos también la regla básica de inversión: a mayor rentabilidad, mayor riesgo. Analice minuciosamente cada opción con el objetivo de sacar el mayor provecho de su dinero.

Michel García - CAINEM Perú