CAINEM - Cámara Internacional de Emprendedores
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El propósito, insumo para emprender.


A lo largo de nuestras vidas leemos, aprendemos, conocemos y practicamos distintas tendencias que nos ayudan a estar motivados. Sin embargo, a la hora de iniciar un emprendimiento, es importante estar seguros que eso que nos invita a desarrollar una determinada idea, si lo hacemos porque tenemos talento para eso, o porque genera más ingresos. Cada día observamos personas que realizan alguna tarea o emprendimiento sintiéndose incómodos en el lugar o actividades que realizan. En esta oportunidad deseo destacar la importancia de estar haciendo lo que nos gusta, como insumo necesario en el emprendimiento.


Si al momento de iniciar el emprendimiento, la motivación es únicamente cuánto dinero podemos ganar, este emprendimiento nace con fecha de caducidad y no necesariamente generando ingresos en sus inicios.


Pero si emprendemos con un propósito bien definido, en el que podemos destacar nuestros talentos, en poco tiempo esa idea estará consolidada, creciendo y hasta generando ingresos. Lo que marca la diferencia en uno u otro caso es lo que nos motiva a realizar alguna actividad, esto también aplica si trabajamos bajo dependencia.


La motivación se diferencia del propósito, en que la primera es fluctuante sube o baja, está o no, generalmente la vemos fuera (en el entorno); en cambio cuando identificamos en qué somos buenos, que nos gusta hacer, todo se facilita; es más fácil comprometernos, somos más constantes, perseverantes, innovadores, creativos, simplemente porque estamos defendiendo nuestra idea como se defiende un hijo.


Podemos reconocer a esas personas que se desarrollan en lo que les gusta o no, simplemente al ver la calidad de su atención a los clientes, aliados o proveedores, en muchos casos también se puede ver en la permanencia de la idea en el mismo ramo, o lugar de trabajo. No es que lo hacen mal, simplemente están ocupando un cargo que no les agrada. Una de las principales características que debe tener quien ejecuta una idea, es ser creativo e innovador, este proceso amerita un ciclo iterativo en lo que se debe tener paciencia, constancia y confianza en los resultados, esto se logra con pasión y compromiso.


El proceso iterativo, no se obvia u omite, pues es ahí donde está la riqueza y aprendizaje del emprendedor y su idea, es el tiempo donde conocemos al producto, su comportamiento, aceptación y crecimiento.


Es por esto que los emprendimientos o actividades que desarrollamos, deben estar basados en el propósito, si la motivación fluctúa se identifica fácilmente porque sentimos que no podemos, en este punto hay dos opciones abandonamos o continuamos, si tomamos la segunda opción sabemos que debemos hacer para retomar, y aunque el entorno no sea el más claro, estable o seguro, tendremos una razón para seguir adelante y alcanzar los objetivos planteados.


Si siempre trabajamos en lo que nos gusta, estamos desarrollando nuestros talentos, poniendo lo mejor de nosotros a ese producto o servicio, y el resultado siempre será el más óptimo y favorable que agradará a quien lo reciba o conozca, obteniendo mayor crecimiento y ganancias en poco tiempo.


Asimismo, todos los días estaremos motivados a continuar y construir desde lo que sabemos hacer, no porque así tiene que ser, sino porque lo sentimos, porque confiamos en lo que somos, lo que tenemos y dónde estamos. Es un sentir propio y nadie lo arrebata.
En gratitud.


Eliana Diaz Núñez - CAINEM República Dominicana